miércoles, 29 de octubre de 2008

SERENATA DEL BORRACHO TRISTE

Evaporados los ojos
un pastor como tallado en madera
agita en alto
un violín de números y su vos.
Recuerda dormido
la herencia del silencio
que como un aceite
se desliza frágil
a los suburbios del cristal
y murmurándose al ombligo
babea el perfume de una campana
que agoniza entre los labios de un cangrejo.
¡¿Cómo estaremos después del relámpago?!
Carbonizados como el sueño de la luciérnaga
o somnolientos como la pipa de un capitán jubilado?
Pienso que ajados
caminado por los cementerios del sonido
estirando la delgadez de la luna
dentro de un zapato hueco.

FRENTE A TI

Tal ves un disparo melancólico
horadó toda la urna del cielo,
mas allá, los planetas estallan
y los besos se olvidan.
Frente a ti
la intimidad se desdobla
y sale a conversar con los pájaros
y esta gaviota espera en los puertos
que toquen sus violines
en los senderos voraces de los caracoles.
Frente a ti
se me florecen los huesos de campanas
a la hora en que los ríos descansan,
y ya no quedan espacios ni ecuaciones
frente a tu mirada.
Déjame besar tus manos con mi cuerpo,
tus manos, dos ciudades que me abrazan
como si los ríos (dos oceanos) abrazaran
a una paloma ciega.

miércoles, 15 de octubre de 2008

FRIO ATARDECER



Pálido
entre trueno y descalzo
enjuicio el prólogo de porcelana que me diste de beber,
extendiendo las enredaderas de tus brazos
en dirección opuesta a lo pedido.
Mi barcaza de constelaciones
te la di en el instante preciso
en que mi boca
se cerró como parpado
sobre tus labios de calamina norteña,
entonces hubo susurro entre oído y muralla,
hubo cautela en tus costillas
de mazorca morena,
se abrió una mano y donó su flor mas querida,
también hubo lágrimas para lo acontecido.
Repartí cordilleras entre arterias y vértebras
de dolor y olvido,
me agaché para recoger las flores que te gustaban
y recogí un ramillete de ventisqueros.
Me fuí equilibrando
por la vía de un tren salitreroy me caí a una caverna silenciosa.

martes, 14 de octubre de 2008

SIN FIN EL CANTO MUERE



Sin fin el canto muere
estira su piel en ademán revolucionario,
sonríe,
confieso
escribí mirando al occidente,
los tres puntos cardinales coordinaron la caída
precipitándose esa noche de almidón dormido.
Luz reflejo tu pelo inútil
entonces la muchedumbre surgió
como una espiral hermafrodita,
brotó en una pala de abrazo abierto
gritando viento innato.
Escatológicas sombras me siguieron
por aquel tiempo de manantial indescifrable.
La exangüe rueda
de una carreta que servía de masetero
me pedía a gritos que te fueras de aquel país
yo omití su dialecto
y seguí vagando por la endémica selva
de clorofilas humeantes.
Fue cuando el Vaticano
presuroso se bajó
de su endometrio cisurado
pidiendo una revolución de coral
y resurrección de corteza
volviendo a hundir con lo oscuro...

y regresó la duda.

LAS COLUMNAS DEL COLIBRí




Un insecto que quiso ser pájaro
se traslada por la palabra eléctrica del cielo
o viceversa.
Queriendo rememorar
la taquicardia de los
psiquiátricos
y los sueños de un loco
purgando dentro de un
armario, desvelándose
la noche entera
para saber si existía
la sucesión de los días.
Temblando desde la tierra al aire,
sentado tras la multitud,
escuchabas el diálogo de los profetas M.R,
a los represores de la verdad
succionadores de la saliva del mestizo,
como se apoderaban del firmamento
estallando de sus bocas fuegos y monasterios,
sílabas como sifones,
para desatar la Apocalipsis de la oratoria.

lunes, 13 de octubre de 2008

METODO MALIGNO



Amargo cariño de correo Ranchera
las cartas de tus besos no llegan al estante de mis manos,
guitarra con sonido de abrazo naufragando en alcohol.

ESTAMOS EN PIE ¡

calzando aún, tristemente, las jarras con madrugada.

¡ Juro cuando sea la última copa, NEGRA MIA,
ahogándose mi corazón
soñaré que te bebí entera ¡

Soy el héroe sin zapatos ni pistolas

bandolero dolido por cumbión de noche
cuchillo en mano
mato al amor que columpió mis caderas.

Porque tu huella no está mas en la chacra
invento las lluvias que se caen de mis ojos.

jueves, 9 de octubre de 2008

MI SECRETA CONFESION

Mi verso
se confunden en tus ojos
y se resbala
ca
yen
do
sobre tu palma
como una luna de alpaca,
el día en que deje de querer
la noche por besar tus estrellas.